Recuerdo cuando te conocí, tan pueril y divertido. Aun recuerdo las largas charlas y tus ingeniosos comentarios. Pero con el paso del tiempo tu divertido y afable carácter ha ido evolucionado a un tirano comportamiento.
Esclavo de los halagos y de tu vanidad, creyéndote soberano de lo que te rodea.
Con el vaivén de los años, cuando la piel envejezca y la belleza pase a segundo plano solo quedara tu interior... de cual espero que no termine podrido después de una vida llena de pura superficialidad y contaminada por los aludadores que te rodean. Espero que sepas reecontrarte y no termines de perder lo que tienes.... Porque en el fondo confío en ti, no me defraudes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario